Contenido digital de temática local. Marzo de 2023
Antonia Roldán Fernández nació en la calle Cohombro de Miguelturra el 20 de noviembre de 1913, siendo la segunda de nueve hermanos. A los tres años se trasladó a Ciudad Real, donde permaneció hasta los 16 años. Culminó sus estudios primarios en el colegio de los Jesuitas, estudió en el Instituto General y Técnico de Ciudad Real y en la Academia General de Enseñanza Pérez Molina. Se examinó del bachillerato en Madrid y obtuvo la calificación de matrícula de honor.
Cursó Ciencias Físicas en la Universidad Central de Madrid, donde se licenció, siendo de las primeras cinco mujeres en hacerlo en España y donde también hizo el doctorado. Tuvo como maestros, que más influyeron en su trayectoria académica y profesional, al eminente científico Julio Palacios, catedrático de Termología, vocal de la Junta para Ampliación de Estudios, presidente de la Sociedad Española de Física y Química, y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y, sobre todo, a Arturo Duperier Vallesa, catedrático de Geofísica en la Universidad Central, especializado en radiación cósmica con el que trabajó en el departamento de Electricidad y Magnetismo del Instituto Nacional de Física y Química, que dirigía Blas Cabrera con ayuda financiera de la Fundación Rockefeller, haciendo experimentos de radioactividad atmosférica.
En 1935 cuando tenía 22 años ingresó en el antiguo Servicio Meteorológico Nacional tras aprobar las oposiciones para la escala de Auxiliar de Meteorología, siendo una de las cuatro primeras mujeres en hacerlo antes de la guerra civil, tras la donostiarra Felisa Martín Bravo que había accedido al Cuerpo Superior de Meteorología en 1929 y que se había convertido además en la primera doctora en Física de la universidad española. Su primer destino fue el Observatorio Meteorológico del Retiro, trasladándose después a la Ciudad Universitaria como jefa de climatología.
Ya durante la dictadura franquista, el Instituto Nacional de Meteorología pasó a formar parte del Ejército, por lo que se dejaron de admitir mujeres al militarizarse todos los empleados. Además, con el nuevo Reglamento de 1941 el ingreso al Cuerpo Superior de Meteorología sólo podía realizarse desde la plaza de auxiliar y sus requisitos eran tener cinco años de antigüedad en el servicio, presentar la titulación estipulada y defender una memoria científica ante un tribunal. Tras cumplir estos requerimientos, Antonia Roldán consiguió acceder al Cuerpo Superior de Meteorólogos, con rango militar de Teniente, en el que permaneció hasta su jubilación. Dada su formación y experiencia profesional tuvo diversas responsabilidades dentro del servicio pero fundamentalmente se centró en el campo de la climatología, concretamente en la vigilancia y seguimiento del clima, publicando numerosas monografías dedicadas a la climatología en diversas provincias de España.
Reconocimientos:
El 10 de julio de 2007 el pleno del ayuntamiento de Miguelturra por unanimidad el acuerdo de asignar el nombre de Antonia Roldán a la nueva calle situada entre las calles Malpica y Buque.
El 8 de marzo de 2022 con motivo del Día Internacional de la mujer se inauguró en el CEIP (colegio de infantil y primaria) María Elena Maseras de Miguelturra el "aula Antonia Roldán Fernández", dedicada a experimentar con la ciencia.
En el año 2004, dentro de los actos organizados por el Ayuntamiento de Miguelturra para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, recibió un homenaje en su localidad natal para reconocer y recompensar la trayectoria de "una mujer pionera y transgresora”’, según la definió el también meteorólogo y periodista Manuel Toharia, invitado al acto y que la considera su verdadera maestra en el oficio.
En el concurso "Descubre Mujeres Científicas en Ciudad Real" la categoría accésit de Educación primaria recibe el nombre de Antonia Roldán. Este concurso está organizado por el ayuntamiento de Ciudad Real y la Universidad de Castilla-La Mancha dentro del proyecto: Mujeres Ingeniosas, dirigido a estudiantes de primaria y secundaria y orientado a la difusión y el fomento de la vida y trabajo de las mujeres científicas, ingenieras y tecnólogas reconociendo su labor y su impacto en la sociedad.
Obra: El clima en Ciudad Real. Instituto Nacional de Meteorología, 1983.