Sin título propiamente dicho

“Todo comenzó una tarde, que debió de ser a finales del otoño, porque reinaba la más absoluta oscuridad. Yo me encontraba en la biblioteca municipal de mi pueblo y soñé, o tuve un deseo, por algo que me sucedió en la infancia a una edad que me resulta difícil de precisar; aunque es posible que haya reconstruido aquel recuerdo, con mayor o menor parte de realidad…”. Estas son las primeras palabras del autor para arrancar un libro que tiene mucho, la mayor parte, de autobiográfico y algo del anecdotario profesional extraído de las vivencias de sus compañeros de trabajo.

Esteban Jiménez utiliza sus conocimientos bibliotecarios, y su larga trayectoria profesional en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real, para tejer un continuo de relatos, de sucedidos “increíbles, curiosos, didácticos e incluso surrealistas”, que no solo diviertan al lector sino que, de paso, le muestren abiertamente cuál es el trabajo que se desarrolla en estos centros del saber, normalmente desconocido por el gran público, y en los que el, reconoce, se ha sentido feliz. Una vida, una “ciudad cómoda” y una biblioteca, poco más se le puede pedir a la vida.