
Trasvase Tajo-Segura: un expolio legalmente consentido
La solidaridad sería un concepto importante para establecer una buena convivencia siempre que se basara en conceptos verdaderos y no engañosos. El Trasvase Tajo-Segura, diseñado al final del franquismo, pretendía una supuesta solidaridad interregional pero se basaba en una falacia: en el río Tajo sobra agua y en el Segura falta.
Falsedad que nunca quisieron explicar los promotores de la obra ni los sucesivos gobiernos democráticos que han pasado desde entonces. Este libro es una crónica de esa obra (‘faraónica’) y de las muy desiguales consecuencias que ha tenido en las dos cuencas: la cedente, la del Tajo y la receptora, la del Segura, o dicho en otros términos, en dos territorios: Castilla-La Mancha de un lado y el Levante español de otro.
Y está escrito desde la óptica de la primera de ellas, una región con menos agua, menos poblada, menos desarrollada, que se ha visto obligada a ceder durante más de 40 años un recurso esencial para su progreso. Sin recibir apenas compensaciones por ello